Primavera
Aquella
estrella humilde que te entrega
su brillo ante
tu amor que la ilumina
las noches de
este invierno que termina
soy yo, que al
evocarte el sueño niega
Y aquella ola
tenaz que observas ciega
burlar de la
corriente la rutina
las tardes de
este marzo que declina
soy yo, que por
mirarte no navega
Y el viento que
te coge de repente,
la lluvia que
en la esquina te acorrala,
esa nube con
forma de serpiente,
la risa que sin
causa te hace mala,
soy yo, que en
la distancia no te esperas
que esté
gritando “¡¡Sylvia!!”... y no te enteras
Américo Virus
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