Remando en polisíndeton

"Me acuerdo de ti" (Robe Iniesta)



martes, 25 de agosto de 2015

Opinión sobre "Mr. Holmes" (Bill Condon, 2015)


TRAILER OFICIAL

Decepcionante buen ejercicio de estilo e interpretativo 

Decepcionante, en primer lugar, si uno se espera una aventura de Sherlock Holmes, aunque sea de un Holmes nonagenario, porque ir a ver esta película es como pagar por asistir a un combate de Mohamed Ali y encontrarse con que pelea aquejado de un Parkinson galopante, sosteniéndose a duras penas sobre el ring. Es decir, Mr. Holmes es más una película sobre la vejez, los pródromos de la demencia y la lucha contra la pérdida de memoria, que una película del mítico detective. Bastante de engaño tras la marca "Sherlock Holmes".

Decepcionante, además, la escasa capacidad del director y, presuponemos, del guionista, para contar una historia con un mínimo de intensidad y emoción, esperable en una película de uno de los superhéroes por excelencia. Porque la historia se traba continuamente por la dificultad de Holmes para recordar, lo que resulta en una exasperante lentitud de ritmo. Y porque se trata de tres historias entrelazadas: una presente, la de la relación de Holmes con un niño que lo admira, Roger, y su madre, su ama de llaves; la de una reciente visita a Japón, que no alcanza a ser historia ni aventura; y la presentación de una nueva "la mujer" que cerraría los casos de Holmes, como Irene Adler abría sus relatos. Pretencioso.

Queda, pues, el ejercicio de estilo del director, Bill Condon (La saga Crepúsculo 1 y 2; Kinsey), su juego con la alternancia de las tres historias, y las interpretaciones, estas sí, sobresalientes, de Ian McKellen (Gandalf, en El señor de los anillos), como Sherlock; Milo Parker como Roger; y Laura Linney, la madre de este. Con el guiño final a la actualidad (ATENCIÓN, SPOILER) de las avispas mata-abejas.


Conclusión: evitar a toda costa si se espera ver una emocionante aventura de Sherlock Holmes; recomendable como ejercicio formalista e interpretación actoral sobre la vejez.

miércoles, 14 de mayo de 2014

ENTREVISTA A JAMES LOVELOCK (La hipótesis Gaia)


  Foto: Bruno Comby (2005)

"Nosotros somos una parte de Gaia. (...) Somos como su sistema nervioso central. Si un observador viera nuestro planeta desde fuera, no diría 'los seres humanos están construyendo naves espaciales para ir a Marte', sino 'Gaia está construyendo naves espaciales para ir a Marte'." 

Esta entrevista la realicé en 2007, con motivo de la presentación de su libro "La venganza de la Tierra".

El inglés James Lovelock (Letchworth, Reino Unido, 1919) es un científico atípico. Se autodenominó geofisiólogo, es decir, fisiólogo de la Tierra. Y, más recientemente, médico planetario. En 1965, mientras trabajaba para la NASA tratando de predecir si en Marte existía vida, acuñó una teoría muy sugerente: considerar al planeta Tierra como un organismo vivo. Su amigo y vecino, el premio Nobel de Literatura William Golding (autor de "El señor de las moscas"), le propuso que le diera un nombre más literario: Gaia, la diosa Tierra en la mitología griega.  

Foto: Bruno Comby (2005) (Association of Environmentalists For Nuclear Energy). Imagen  original en http://www.ecolo.org/lovelock/. Released under the Creative Commons Attribution-ShareAlike license versions 2.5, 2.0, and 1.0.

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