Durante varias décadas, la imagen de Etiopía que se ha tenido en Europa ha sido la de las terribles hambrunas: la del '73-74, con el documental de Jonathan Dimbleby, en el que se alternaban planos de personas famélicas muriendo de inanición con los del emperador Haile Selassie dando de comer a sus leones grandes pedazos de carne; y la del 85, que dio pie al primer gran concierto de ayuda solidaria, Live Aid, organizado por Bob Geldof, que todavía vive de él.
La Etiopía que visité en 2006 no padecía ninguna gran hambruna. Pero estaba en riesgo permanente de una nueva guerra con Eritrea, que la despojó de su salida al mar, lo que supuso que el hotel donde nos alojamos en Mekele, la capital de Tigray, estuviera lleno de pilotos de caza. Además, se encontraba en plenas elecciones generales, con las consiguientes acusaciones de corrupción por parte de la oposición al partido gubernamental, que sería el ganador de las mismas.
Pero era, espero que siga siéndolo, un país maravilloso.
En el siguiente reportaje, publicado en 2007, abordé, por razones profesionales, el problema del agua en Etiopía, y desde una perspectiva de género. Tienen agua en abundancia, cerca de un 85 por ciento del caudal del Nilo procede de Etiopía, pero gran parte de ella no esta canalizada ni potabilizada.
Foto: Tomàs Abella (http://www.tomasabella.com/)
Foto: Tomàs Abella (http://www.tomasabella.com/)