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lunes, 29 de noviembre de 2010

Seamus Heaney. Entrevista


Entrevista a Seamus Heaney

Este poeta norirlandés ha sabido dotar de una significación universal, enraizada en las más firmes tradiciones literarias occidentales, a la riqueza de su mundo poético local. Ello le valió el premio Nobel de Literatura en 1995, el cuarto que ha recibido un escritor irlandés después de William B. Yeats, George Bernard Shaw y Samuel Beckett.

Seamus Heaney tiene aspecto de hobbit grande, con su traje de tweed verde, su mano cálida y su sonrisa campechana, que enciende cada poco tiempo, mientras lo entrevistamos, en un rebosante vaso de cerveza. 


Foto:  http://innisfree1916.wordpress.com


Web Seamus Heaney:  http://www.seamusheaney.org/

Foto: http://www.blundells.org/academic/english/gcse.htm
“Un escritor debe escribir para su círculo más cercano”

- ¿Cómo fue su primer encuentro con la poesía inglesa?
- Fue la poesía inglesa la que me encontró a mí, más que al revés. Me arrancaron del campo a los doce años con una beca para que estudiara, y en clase aprendí tanto la cultura irlandesa como la inglesa. Entre los diez y los veinte años me interesé mucho por poetas irlandeses como Yeats y Patrick Kavanagh. Me formé culturalmente en dos tradiciones lingüísticas y literarias, porque aprendí el irlandés al mismo tiempo que el francés y el latín. Digamos que el irlandés se convirtió en la cocina de mi vida artística. Cuando empecé a escribir, no tuve una conciencia clara del estado de la poesía inglesa. Mis primeros poemas eran cotas de libertad que iba alcanzando y que me producían un inmenso placer.
- ¿Hacia dónde la querido hacer llegar?
- No estoy muy seguro. Si tuviera que escribir un informe sobre mi viaje poético, diría que he escrito para ofrecer una posibilidad de poética. Siempre muy ligada a mi tierra natal, y siempre entre dos mundos, el mundo inglés y el mundo gaélico. Aunque he procurado no caer en la trampa espiritual que podía suponer el mundo gaélico. 

- ¿A qué trampa se refiere?
- El mundo gaélico entraña solidaridad con una maquinaria política, pero esa organización puede cegar el espíritu. William Butler Yeats lo expresó muy bien: "Un sacrificio muy prolongado puede convertir el corazón en una piedra" ("Too long a sacrifice can make a stone of the heart").

- A menudo sus poemas están plagados de nombres propios, de persona y de lugar, de su entorno cercano. ¿No teme que ello dificulte su comprensión por parte de un lector universal?
- Un escritor debe escribir para su círculo más cercano, descargar toda la energía del poema en ese primer círculo, especialmente si perteneces a una minoría, que vive los acontecimientos internos con más intensidad. Se trata de un primer círculo compuesto de referencias literarias y culturales, de las reacciones de los lectores más cercanos, y, especialmente, de los poetas. Cuando escribes un poema es como si hicieras un disparo, y el oído cultural de ese primer círculo es el que te dice si has dado en el blanco. Luego, si funciona, ya terminará saliendo fuera. Por eso tienes que reflejar esas referencias y permanecer fiel a tu entorno más próximo. El problema de todo artista es transmitir la autenticidad de ese primer círculo de forma que pueda ser significativo a una mayor escala. 
    
- ¿Qué relación mantienen los poetas irlandeses que escriben en gaélico y los que escriben en inglés?
- Antes había un "apartheid" entre los escritores irlandeses que escribían en irlandés y los escritores irlandeses que escribían en inglés. Ambos pensaban que los otros eran unos traidores. Hoy existe mucha relación entre ambos grupos. Y las traducciones son muy necesarias para la pervivencia del gaélico.

- La globalización podría hacer peligrar el futuro de este idioma.
- Paradójicamente, según avanza la globalización, las lenguas minoritarias se resisten más a desaparecer. Son como la piedra en el zapato de la corriente mayoritaria. Hasta cierto punto están renaciendo gracias al proceso de globalización. Es como el mito de Heracles y Anteo, el gigante nacido de la Tierra, que, cada vez que caía sobre esta, se incorporaba con más fuerza. Heracles se enfrenta a él y, en vez de lanzarlo contra el suelo, lo levanta en el aire y lo sostiene ahí, con lo que pierde su fuerza. En cierta medida, este es el mito del colonialismo, que, sobre los lugares que ocupa, se dice: "les enseñamos nuestra lengua y así los desarmamos y desorientamos". Pero estos idiomas minoritarios, al enfrentarse con el Heracles que representa el colonialismo, si se me permite la metáfora, son conscientes de esto y se resisten a que el más fuerte los levante del suelo.

- Es usted es el mayor de nueve hermanos, siete varones y dos mujeres. ¿Qué le dicen ellos de su éxito?
- Confían en mí. Saben que no los he traicionado, que el hecho de que yo haya tenido unas oportunidades de educación diferentes a las de ellos no me ha hecho cambiar en lo esencial, y que he permanecido fiel a la verdad.

- ¿La verdad?
- La verdad: esa realidad íntima que comparto con ellos, en la que no he perdido la fe. Puedes ensanchar tu marco de referencia y ampliar tu conocimiento de la realidad sin tener que traicionar esa verdad. Uno de mis hermanos es conductor de camión, otro albañil, otro camarero,.... puede que ninguno pudiera hacer esta entrevista pero, si estuvieran aquí presentes, por mi forma de hablar, por el sonido de mis palabras, reconocerían que estoy siendo fiel a una voz particular nuestra, y que no los estoy traicionando.

Foto: http://www.seamusheaney.org/seamus_heaney_poems.html
Cavando
"Entre mi dedo y mi pulgar/ la regordeta pluma se acomoda./ Yo cavaré con ella" ("Between my finger and my thumb/ The squat pen rests/ I'll dig with it."). Así se emancipaba profesional, que no espiritualmente, de su padre en su poema más famoso, "Cavando" ("Digging"), con el que abre su primer libro, allá en 1966. Y así ha continuado durante cuarenta años, cavando con su pluma, ufano, infatigable, extrayendo con esmero los tubérculos clásicos de las literaturas griega y romana, omnipresentes en toda su poesía, limpiando los rizomas gaélicos de su telúrica Irlanda natal, o desenterrando los bulbos germánicos del "Beowulf", el poema épico por excelencia de la literatura anglosajona, que ha traducido recientemente.
Seamus Heaney nació en Irlanda del Norte, en Mossbawn, un pueblecito campesino del condado de Derry, en 1939. Su poesía nunca se ha desvinculado de su tierra. Poco extraña, por ello, que uno de sus poetas0 de referencia sea su compatriota William Butler Yeats. Precisamente, uno de sus acicates creativos es un verso de este: "Ven y construye en la casa vacía de la mirada" ("Come build in the empty house of the stare").
 
Actualmente vive en Dublín, lo que no le impide ser profesor visitante en la universidad de Harvard o haber ejercido de catedrático de Poesía en la Universidad de Oxford. 

Con la consecución del Nobel de Literatura pasó a integrar la llamada "mafia" de Massachussetts, junto a Joseph Brodsky y Derek Walcott, llamada así porque los tres impartían clase en sendas universidades de este estado norteamericano, y los tres obtuvieron el galardón de la Academia sueca.

Entre sus obras destacan "Muerte de un naturalista" ("Death of a Naturalist")(1966), "Norte" ("North") (1975), su versión de una antigua historia gaélica en "El extravío de Sweeney" ("Sweeney Astray") (1982), "La linterna de espino" ("The Haw Lantern") (1987), o su obra más reciente, "Luz eléctrica"("Electric Light") (2001).

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