Remando en polisíndeton

"Me acuerdo de ti" (Robe Iniesta)



lunes, 30 de abril de 2012

Achille Compagnioni, en la cumbre del K2, con la máscara de oxígeno todavía puesta.

K2. Historia de un caso.
Walter Bonatti, 1996.  (Edición en español: Desnivel, 2002) (Reseña bibliográfica)
  
Obra un tanto repetitiva en la que leemos una y otra vez prácticamente lo mismo, porque Bonatti recopila todos sus escritos y los de sus antagonistas, desde 1954 hasta 1994, en la polémica sobre uno de los hechos más sórdidos del himalayismo (que Bonatti calificó de "intento de homicidio"), el vivac forzado que Bonatti y el porteador hunza Mahdi realizaron a 8100 metros de altura en el K2, la noche del 30 al 31 de julio de 1954, por no ser acogidos por sus compañeros de expedición en su tienda. 


Lo redundante de muchos de los textos no obsta para que la obra sea muy interesante por los hechos y la disputa que narra. Eso sí, después de leerse buena parte del libro uno se puede ir saltando los textos en los que se repite.

Bonatti y Mahdi llevaban las botellas de oxígeno al campo IX, donde iban a dormir Achille Compagnioni y Lino Lacedelli, encargados del asalto final a la cumbre, al día siguiente. Y en recompensa por su esfuerzo recibieron un trato denunciable, como los amenazó Bonatti en medio de la noche glacial, teniendo en cuenta que pudieron provocar la muerte de Bonatti y Mahdi, que pasaron una noche a la intemperie a -25º C y con sensación térmica de -60 C por el viento, con la falta de oxígeno propia de la "zona de la muerte". 

El primer acto de desprecio de la vida de sus compañeros, por parte de Compagnioni y Lacedelli, fue instalar el campo IX no donde habían previsto el día anterior con Bonatti y otros, sino bastante más alto, aun cuando sabía que llevarles las bombonas de oxígeno hasta el emplazamiento pactado exigía ya un esfuerzo enorme.

Pero lo peor fue que, ya de noche, cuando escucharon a Bonatti y Mahdi, que los llamaron a gritos tratando de saber dónde habían montado finalmente el campo IX, los dejaron a su suerte en la noche, diciéndoles que dejaran las bombonas y se bajaran al campo VIII. Bonatti replicó que no podían bajar al campo VIII por el estado psicológico alterado de Mahdi. Pero Compagnoni y Lacedelli cerraron la tienda y allí los dejaron, a unos cien metros, en vez de ir a por ellos y acogerlos. El resultado fue que Mahdi, con una ropa inadecuada, perdió todos los dedos de pies y manos. Bonatti resultó ileso.

Compagnoni y Lacedelli hicieron cumbre al día siguiente, la primera ascensión al K2. Y acusaron a Bonatti de haber querido hacer cumbre antes que ellos, de haber usado parte de las bombonas de oxígeno y de haber abandonado a Mahdi. El asunto es complejo, pues estas acusaciones las hacen en el décimo aniversario de la ascensión.

En este libro se recogen varios documentos clave que permiten entender los principales puntos de la historia de la polémica, que se alarga hasta 1994, el 40 aniversario, cuando por fin el club alpino italiano acepta la versión de Bonatti.

Los documentos clave son:

  • La versión de Bonatti en Mis montañas de “Los últimos campos” (p. 1-40)
  • Extractos del artículo periodístico Después de diez años la verdad sobre el K2. Cómo Bonatti intentó adelantarse a Compagnioni y Lino Lacedelli, de Nino Giglio en el décimo aniversario, con acusaciones graves hacia Bonatti por parte de Compagnioni. (p. 214-217), así como su rectificación (p. 57-61).
  • Las declaraciones de Mahdi ante el Tribunal de Turín en 1964, en el juicio tras la querella de Bonatti contra Giglio y su periódico. En ellas Mahdi niega que Bonatti o él utilizaran el oxígeno de las bombonas. En cambio, afirma que Bonatti quería hacer cumbre. Este fue uno de los fallos de Bonatti y Abram, otro alpinista, que engañaron a Mahdi para que subiera las bombonas al campo IX haciéndole pensar que haría cumbre, que se convertiría en el Tenzing paquistaní, además de ofrecerle más dinero. Este engaño al desventurado hunza se volvió luego contra Bonatti. (p.53-57) 
  • Comentario a Proceso al K2... Sólo mentiras y patrañas... La reflexión y excepcional hallazgo de un australiano, Robert Mashall, que se apasionó por esta polémica, y encontró en una revista de 1955 unas fotos en las que se ve a Compagnioni en la cumbre del K2 con la máscara de oxígeno puesta. Marshall argumenta sobre cómo y porqué se urdieron las mentiras de Compagnioni, Lacedelli y el director de la expedición, Ardito Desio, que cuando elaboró el informe sobre la misma, no habló con Bonatti. Marshall concluye que Compagnioni, especialmente, y Lacedelli temían y no les caía bien Bonatti. (p. 108-135) 
  • Ahora Compagnioni ha quedado desenmascarado como mentiroso, y como un mentiroso que con sus embustes pretendía deliberadamente destruir precisamente al hombre que, poniendo su vida en peligro, había hecho posible que coronara el K2. (p. 134)
  • Las fotos a las que se refiere Marshall, y otras, como la de la portada de la edición de Desnivel, en la que se ve las bombonas de oxígeno, que pesaban entre 15-19 kilos cada una, vacías, y que hubiera sido absurdo que hubieran llevado hasta la cumbre si ya no les quedaba oxígeno. (Entre p. 96 y 97)
Hoy todos los contendientes en esta polémica están muertos. Bonatti murió en 2011. Compagnioni y Lacedelli en 2009. (De Mahdi no ha sido posible constatar su fallecimiento)

Este es el pasaje más duro del relato, cuando Lacedelli desprecia a Bonatti y Mahdi al anochecer, a 8100 metros de altura:

Y he aquí, increíble, en el profundo silencio, en la dorsal que termina bajo la franja rocosa y apenas un poco más arriba de donde nos encontramos nosotros, se enciende una luz. “¡Lino!¡Achille!¡Estamos aquí!¿Por qué no habéis aparecido hasta ahora?” Con  voz bien clara y tono áspero Lacedelli se justifica, con estas palabras exactas: “¡No querrás que nos quedemos fuera toda la noche congelándonos por ti!” (p. 33)

Después de leer esta obra, queda claro que Compagnioni y Lacedelli no fueron los héroes sino los villanos del K2; los héroes, en todo caso, fueron Bonatti y, sobre todo, Mahdi, que sufrió el engaño de Bonatti y el desprecio trágico, que le costaría los dedos, de los otros dos.

Walter Bonatti en la expedición al K2.


 Bonatti, Walter. (2002) K2. Historia de un caso. Madrid, Desnivel. (1ª ed. italiano, 1996)

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